Entorno laboral y salud mental

Día Mundial de la Salud Mental y entornos laborales

El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental y este año, la Organización Mundial de la Salud, junto con la Federación Mundial de Salud Mental y otros socios, pide que se dé prioridad a la salud mental en el trabajo.

Al hacer de la salud mental una prioridad en el trabajo, no solo mejoramos la vida de las personas, sino que también fortalecemos nuestras sociedades y economías. En este Día Mundial de la Salud Mental, comprometámonos a crear entornos laborales en los que todos puedan prosperar.

Su entorno de trabajo desempeña un papel importante en su salud mental. Hay varios factores de este entorno que pueden tener un impacto positivo o negativo en el bienestar:

1. Carga de trabajo y expectativas: Una carga de trabajo elevada, plazos poco realistas o expectativas poco claras pueden provocar estrés crónico, agotamiento y ansiedad. Por el contrario, una carga de trabajo manejable con expectativas claras promueve la confianza y el bienestar.
2. Equilibrio entre la vida laboral y personal: un lugar de trabajo que respete el tiempo personal y apoye el equilibrio entre la vida laboral y personal ayuda a reducir el estrés y el agotamiento. Por el contrario, el exceso de horas de trabajo o la expectativa de estar siempre disponible pueden provocar agotamiento emocional y tensión en las relaciones personales.
3. Entorno físico: los aspectos físicos, como la iluminación, la ergonomía, los niveles de ruido y la limpieza general, afectan directamente al estado de ánimo y la concentración. Un espacio cómodo, limpio y bien iluminado puede mejorar el estado de ánimo, mientras que un espacio desordenado, ruidoso o mal iluminado puede provocar frustración o estrés.
4. Relaciones y apoyo social: Las relaciones positivas con los colegas y el liderazgo solidario son cruciales. La comunicación saludable, el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia pueden reducir los sentimientos de aislamiento y promover el bienestar emocional. Por el contrario, los entornos laborales tóxicos con conflictos, intimidación o falta de apoyo pueden contribuir a la ansiedad, la depresión e incluso el trauma.
5. Autonomía y control: tener cierto control sobre su trabajo y poder tomar decisiones fomenta un sentido de competencia y confianza. La falta de control, por otro lado, puede hacer que el trabajo sea abrumador y contribuir a la sensación de impotencia.
6. Seguridad laboral: el miedo a perder el trabajo o a la inestabilidad financiera puede generar ansiedad continua, mientras que sentirse seguro en su puesto reduce el estrés y le permite concentrarse de manera más efectiva.
7. Oportunidades de crecimiento: Un lugar de trabajo que ofrece oportunidades de desarrollo personal y profesional aumenta la moral y la motivación. Un entorno estancado sin un camino claro para avanzar puede provocar frustración, falta de motivación y baja moral.

Abordar estos factores mediante el fomento de un entorno laboral de apoyo, inclusivo y manejable puede mejorar significativamente los resultados de salud mental.