Rapid Response es un servicio impulsado por las crisis que garantiza que los niños que son expulsados repentinamente de sus hogares debido al abuso, la negligencia u otras emergencias sean colocados en un entorno seguro y estable mientras se identifican soluciones a más largo plazo.

Cuando se saca a un niño de una situación peligrosa o inestable, se lo coloca con poca antelación en una familia de acogida capacitada. Estas familias brindan atención inmediata, apoyo emocional y estabilidad, mientras que los trabajadores sociales evalúan las necesidades del niño y determinan un plan a largo plazo.

Los niños que se enfrentan a cambios repentinos de ubicación a menudo se asustan y son vulnerables. Rapid Response les brinda un entorno seguro y compasivo en el que se satisfacen sus necesidades inmediatas, como refugio, comida, apoyo emocional y atención médica, mientras los trabajadores sociales trabajan en sus próximos pasos.