Enfoque colaborativo y basado en equipos para apoyar a los jóvenes con necesidades complejas de salud conductual.
Los servicios integrales de alta fidelidad (HFW) son un proceso basado en la comunidad y orientado al trabajo en equipo diseñado para niños y jóvenes de 3 a 20 años con problemas complejos de salud conductual. Estos jóvenes pueden estar involucrados en varios sistemas, como los servicios de salud mental, el bienestar infantil o la justicia juvenil. El servicio implica el desarrollo de planes de atención individualizados mediante la colaboración entre los jóvenes, las familias, los proveedores de servicios, los socios del sistema y los apoyos naturales.
El HFW está dirigido por un facilitador capacitado que guía al equipo en todas las etapas del proceso, desde la evaluación y el establecimiento de objetivos hasta la implementación del plan. El equipo trabaja en estrecha colaboración para coordinar los servicios y garantizar que los jóvenes y la familia reciban el apoyo necesario. Los planes de cuidado suelen durar hasta 18 meses y su objetivo es fortalecer la capacidad de la familia para administrar los servicios y satisfacer las necesidades de sus hijos de manera efectiva.
El HFW es importante porque proporciona un enfoque holístico para apoyar a los jóvenes con necesidades complejas. Al trabajar en conjunto en diferentes servicios, ayuda a evitar brechas en la atención y garantiza que las familias tengan la información y el apoyo que necesitan para tomar decisiones y obtener la ayuda adecuada. Este modelo colaborativo ayuda a las familias a gestionar los desafíos y garantiza que nadie pase desapercibido.
Los objetivos del HFW son mejorar la capacidad de los jóvenes y las familias para administrar y gestionar los servicios, al tiempo que crean y fortalecen su sistema de apoyo natural. El programa tiene como objetivo brindar una experiencia de cuidado integrada y sin interrupciones, reducir la dependencia de la atención institucional y ayudar a las familias a satisfacer mejor las necesidades emocionales y conductuales de sus hijos. En última instancia, el objetivo es mejorar el funcionamiento y el bienestar general de los jóvenes dentro de su comunidad.