La FFC es el tipo más común de hogares de acogida, en el que los niños son colocados en un entorno familiar seguro, estable y enriquecedor mientras se exploran las opciones de permanencia, como la reunificación, la adopción o la tutela.

Las familias de acogida autorizadas proporcionan un hogar estructurado y de apoyo para los niños hasta que puedan regresar con sus familias biológicas o encontrar una colocación permanente. Los padres adoptivos reciben capacitación, recursos y orientación para ayudar a los niños a adaptarse y prosperar durante el tiempo que están bajo tutela.

Los niños que son expulsados de sus hogares debido al abuso, la negligencia o la inestabilidad necesitan un lugar seguro para curarse y crecer. Los hogares de acogida familiar ofrecen consistencia, apoyo emocional y un sentido de pertenencia mientras se determinan las soluciones a largo plazo.