El Mes de Concientización sobre el Trastorno Afectivo Estacional (SAD) es un tipo de depresión que ocurre en una época específica del año, por lo general durante los meses de otoño e invierno. Se cree que esta afección está relacionada con la reducción de la exposición a la luz solar, que puede alterar el reloj interno del cuerpo, reducir los niveles de serotonina y afectar el estado de ánimo
Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero por lo general incluyen:
Síntomas emocionales
- Tristeza persistente o mal humor la mayor parte del día, casi todos los días.
- Pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaba.
- Sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa.
- Irritabilidad o aumento de la sensibilidad.
Síntomas físicos
- Fatiga o falta de energía, incluso después de haber descansado lo suficiente.
- Cambios en los patrones de sueño, como dormir demasiado (hipersomnia).
- Aumento del apetito, especialmente antojo de carbohidratos, lo que lleva al aumento de peso.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
Síntomas conductuales
- Retraimiento social, a veces llamado «modo de hibernación».
- Disminución de la motivación para completar las tareas o responsabilidades diarias.
El trastorno afectivo estacional puede afectar significativamente a varios aspectos de la vida de una persona, especialmente durante los meses en que los síntomas son más graves. Así es como puede afectar a diferentes áreas:
Bienestar mental y emocional
- La tristeza persistente y el bajo estado de ánimo pueden hacer que sea difícil encontrar alegría en las actividades cotidianas.
- El aumento de la irritabilidad y los sentimientos de desesperanza pueden provocar relaciones tensas o aislamiento.
- La dificultad para concentrarse puede afectar el trabajo, la escuela o la toma de decisiones.
Salud física
- La fatiga y los niveles bajos de energía pueden limitar la actividad física, lo que puede provocar un aumento de peso o una disminución del estado físico.
- Los cambios en los patrones de sueño (dormir demasiado o insomnio) pueden alterar el ritmo natural del cuerpo y provocar más problemas de salud.
- Los antojos de carbohidratos y los hábitos alimenticios poco saludables pueden provocar un aumento de peso y una menor sensación de bienestar.
Trabajo y productividad
- La reducción de la concentración y la motivación pueden provocar una disminución del rendimiento en el trabajo o la escuela.
- Puede producirse un aumento del absentismo si la persona tiene dificultades para mantener las rutinas diarias.
- Los niveles más bajos de energía pueden dificultar la finalización de las tareas, el cumplimiento de los plazos o la organización.
Relaciones sociales
- El alejamiento de los amigos y la familia puede tensar las relaciones.
- Los malentendidos acerca de la afección pueden provocar una falta de apoyo o sentimientos de aislamiento.
- La irritabilidad y los cambios de humor pueden afectar las interacciones con los seres queridos.
Calidad de vida
- Una sensación persistente de estar «fuera de sincronía» con el mundo puede provocar frustración e insatisfacción.
- Es posible que se pierdan oportunidades de crecimiento social, profesional o personal durante los meses afectados.
Efectos y tratamiento a largo plazo
Sin tratamiento, los síntomas del trastorno afectivo estacional pueden reaparecer anualmente y empeorar con el tiempo. Este ciclo puede aumentar el riesgo de depresión grave, trastornos de ansiedad o estrés crónico.
Afortunadamente, el trastorno afectivo estacional se puede tratar. Opciones como la fototerapia, la asesoría psicológica, los medicamentos, el ejercicio y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas de manera eficaz y reducir su impacto en la vida diaria. La búsqueda proactiva de ayuda y la creación de un sistema de apoyo pueden marcar una gran diferencia a la hora de mejorar la calidad de vida en general.