October 21, 2024

Cómo afecta la violencia doméstica a la salud mental

Escrito por:
Caso Candice

La violencia doméstica se refiere a un patrón de comportamiento abusivo en cualquier relación que es utilizado por una pareja para obtener o mantener el control sobre otra pareja íntima. Puede adoptar muchas formas, incluido el abuso físico, emocional, sexual, psicológico y financiero. La violencia doméstica puede ocurrir en cualquier tipo de relación íntima (matrimonio, convivencia, noviazgo o dentro de la familia) y afecta a personas de todos los géneros, edades, razas y niveles socioeconómicos.

Las formas comunes de violencia doméstica incluyen:

  • Abuso físico: Golpear, abofetear, empujar o cualquier otra forma de daño físico.
  • Abuso emocional y psicológico: insultos, amenazas, intimidación, manipulación y conductas controladoras que dañan la autoestima o el bienestar de una persona.
  • Abuso sexual: forzar o intentar forzar el contacto o el comportamiento sexual sin consentimiento.
  • Abuso financiero: controlar el acceso al dinero, impedir que una pareja trabaje o hacer un mal uso de los recursos financieros de la pareja.
  • Abuso verbal: insultos, gritos o críticas constantes.
  • Aislamiento: restringir la libertad de una persona al cortar su contacto con amigos, familiares o sistemas de apoyo.

La violencia doméstica puede tener impactos graves y duraderos en las víctimas, como lesiones físicas, problemas de salud mental (como depresión y ansiedad) y traumas a largo plazo. Es importante reconocer las señales de abuso y buscar ayuda si es necesario. Hay recursos como líneas directas, refugios y servicios de asesoramiento para apoyar a los afectados.

La violencia doméstica tiene efectos profundos y duraderos en la salud mental, que afectan tanto al bienestar inmediato de las sobrevivientes como a su estado psicológico a largo plazo.

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los sobrevivientes de la violencia doméstica suelen sufrir un trastorno de estrés postraumático, que se caracteriza por recuerdos retrospectivos, pesadillas, hipervigilancia y ansiedad. El trauma continuo puede hacer que sea difícil sentirse seguro, incluso después de salir de la situación abusiva.
  • Depresión. Muchos sobrevivientes desarrollan depresión, que se manifiesta como sentimientos de desesperanza, inutilidad, fatiga y pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaban. El aislamiento y el abuso emocional pueden agravar estos sentimientos.
  • Ansiedad El miedo constante y la imprevisibilidad en las relaciones abusivas a menudo conducen a una ansiedad crónica. Los sobrevivientes pueden experimentar ataques de pánico, preocupación obsesiva y dificultad para relajarse.
  • Baja autoestima y autoculpa. Los abusadores con frecuencia erosionan la autoestima de sus víctimas a través de la manipulación emocional, la crítica y el control. Los sobrevivientes pueden internalizar la culpa por el abuso, creyendo que son ellos los culpables del maltrato.
  • Abuso de sustancias. Como mecanismo de supervivencia, algunos sobrevivientes recurren al alcohol, las drogas u otras conductas adictivas para aliviar el dolor emocional o escapar de su situación.
  • Pensamientos y comportamiento suicidas. El abrumador costo emocional de la violencia doméstica puede llevar a la ideación suicida. En casos extremos, los sobrevivientes pueden sentir que quitarse la vida es la única manera de escapar del abuso o la angustia mental.
  • Disociación y adormecimiento emocional. Para hacer frente a un trauma continuo, algunos sobrevivientes pueden disociarse y sentirse desconectados de la realidad, de sus emociones o de su propio cuerpo. También se puede presentar adormecimiento emocional, en el que tienen dificultades para sentir emociones de manera profunda.
  • Problemas de confianza y relación. Los sobrevivientes pueden tener dificultades para confiar en los demás, por temor a volver a ser lastimados. Formar relaciones saludables puede ser un desafío, ya que los traumas del pasado influyen en la forma en que se conectan con los demás.
  • Dificultades cognitivas y de concentración. La confusión mental, la dificultad para concentrarse y los problemas de memoria son comunes entre los sobrevivientes. El estrés y la ansiedad constantes pueden afectar la función cognitiva y dificultar la concentración o completar las tareas.
  • Impacto en los niños. Los niños que presencian la violencia doméstica suelen sufrir problemas de salud mental como ansiedad, depresión y problemas de conducta. El trauma puede afectar su desarrollo y su regulación emocional.

El apoyo de salud mental a largo plazo es fundamental para las sobrevivientes de la violencia doméstica, incluido el asesoramiento, la terapia basada en el trauma y un sistema de apoyo sólido. Abordar las cicatrices emocionales es clave para la curación y la recuperación.

Para vivir una experiencia personal sobre la violencia doméstica y la huida, sintonice el podcast de CTSHealth, Healthy Head Talk. Los episodios 2 y 3 presentan a una sobreviviente de violencia doméstica y su historia. Puedes encontrar Healthy Head Talk a través de este enlace o dondequiera que encuentres tus podcasts. https://rss.com/podcasts/healthyheadtalk