September 30, 2024

TDAH

Escrito por:
Caso Candice

CTSHealth brinda apoyo a las personas con TDAH. El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta tanto a niños como a adultos. Se caracteriza por patrones persistentes de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que son más graves o frecuentes que los típicos para la edad y la etapa de desarrollo de una persona.

Hay tres tipos principales de TDAH. Presentación predominantemente desatenta se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, llevar a cabo las tareas y organizar las actividades. Una persona puede distraerse fácilmente y olvidarse de las actividades diarias. Presentación predominantemente hiperactiva-impulsiva implica un comportamiento impulsivo (actuar sin pensar) e hiperactividad (movimiento excesivo o nerviosismo). Las personas pueden tener dificultades para quedarse quietas y controlar sus impulsos. Presentación combinada es el tipo más común, en el que están presentes tanto la falta de atención como la hiperactividad-impulsividad.

El TDAH puede afectar significativamente la salud mental de varias maneras. Las personas con TDAH suelen experimentar desregulación emocional y tienen dificultades para controlar sus emociones, lo que provoca frecuentes cambios de humor, frustración y arrebatos emocionales. El TDAH aumenta la probabilidad de desarrollar afecciones de salud mental concurrentes, como ansiedad y depresión. La lucha constante con la concentración, la impulsividad y los desafíos sociales puede provocar sentimientos de insuficiencia y frustración. Tener problemas con la atención, las habilidades organizativas y el control de los impulsos puede llevar a baja autoestima y una autopercepción negativa, especialmente si otros malinterpretan los síntomas del TDAH o si el rendimiento académico o laboral se ve afectado. Puede haber relaciones sociales deterioradas. La dificultad para prestar atención o controlar los impulsos puede tensar las relaciones con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Esto puede provocar sentimientos de aislamiento social y rechazo. Muchas personas con TDAH tienen problemas para dormir, para conciliar el sueño o para permanecer dormidas, lo que puede agravar los cambios de humor, la irritabilidad y la fatiga, y afectar aún más el bienestar mental. Por último, el TDAH contribuye a déficits en el funcionamiento ejecutivo. Las funciones ejecutivas, como la planificación, la toma de decisiones y la gestión del tiempo, son fundamentales para las tareas de la vida diaria. Tener dificultades en estas áreas puede provocar estrés y frustración, lo que repercute en la salud mental.

En general, el TDAH no tratado puede provocar estrés crónico, agotamiento y un mayor riesgo de desarrollar otros problemas de salud mental. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, como medicamentos, terapia y ajustes en el estilo de vida, muchas personas con TDAH pueden llevar una vida exitosa y plena.